Noticia

Novillo en Uruguay: de ser el más barato al más caro de la región en tres meses

Con el ajuste de 3% en los precios del novillo en Argentina en la última semana que llevó la cotización a US$ 3,61, el valor del novillo en Uruguay pasó a ser el más caro de la región por primera vez en 2024 tomando en cuenta el promedio de US$...

Con el ajuste de 3% en los precios del novillo en Argentina en la última semana que llevó la cotización a US$ 3,61, el valor del novillo en Uruguay pasó a ser el más caro de la región por primera vez en 2024 tomando en cuenta el promedio de US$ 3,64 de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG). De lo cuatro países del Mercosur, Uruguay es el único que ha mantenido una tendencia al alza durante los primeros meses del año. Arrancó en US$ 3,27 por kilo cuando en los demás países el novillo no bajaba de US$ 3,40 y fue corrigiendo en forma sostenida hasta los valores actuales, con el sostén de una oferta forrajera importante a pesar de la presión a la baja de la industria. Tanto en Paraguay como en Brasil los precios se desplomaron en marzo y en abril se profundizaron las caídas. En Paraguay impactaron en el precio las condiciones de sequía en amplias zonas que condujeron a una sobreoferta de ganado en el mercado. En Brasil la presión de la industria a la baja por la escasa tracción del mercado doméstico y la baja de precios de exportación, especialmente de China, se reflejan en un ajuste de US$ 0,50 desde principios de año en los precios del novillo, casi 12%. En Argentina se mantuvieron altos los precios por la escasa oferta y la alta faena que se registraba a comienzos de año. En los primeros meses de la nueva política económica de Javier Milei, los valores de la hacienda acompañaron y en algún momento superaron a la inflación. Pero en los últimos dos meses, la inflación ha terminado superando la evolución de los precios del ganado, al disminuir progresivamente el efecto positivo de la devaluación inicial sobre la exportación, que es hoy el sector más dinámico en la formación de los precios de la hacienda. Aunque la oferta ganadera es baja, complicada por las lluvias y los feriados, los precios del ganado declinan semana a semana en términos reales, incluso con caídas de las cotizaciones en términos nominales. Con una menor presión exportadora y un consumo interno que ha reducido los kilos per cápita consumidos, el mercado ganadero se desinfla.